Creo que la
última vez que me senté a escribir aquí era una nota algo depresiva, pero
agradeciendo a quienes sin que les llame, llegan a apoyarme, bueno la gratitud hacia ellos sigue
en pie, es imposible no sentir afecto por ustedes que se han convertido en mis
salva vidas. No digo superhéroes, primero porque no creo en ellos, y segundo
porque si fuese así serían perfectos, y mis amigos tienen sus propios problemas.
Ahora esta
entrada no tiene que ver con ellos, sino conmigo y contigo, si, tú sigues rondando
mi vida. Cuando te conocí jamás esperé esto, pues soy de quienes dejan ir a las
personas con cierta facilidad y cuando se trata de aferrarme a alguien, tiene
que ser demasiado importante en mi vida para que yo me siga quedando a la
orilla del camino. Contigo, ciertamente creí que era algo que dejaría pasar,
tres años después seguías allí sin estarlo, curiosa manera de hacernos
compañía. Cada uno por su lado… Bueno la
historia ambos la conocemos, finalmente, cuando ambos nos sentamos a ver hacia
atrás, concluimos que no erramos en esa manera de acompañarnos, pero decidimos
darle un cauce finalmente al nosotros, bajo la premisa que no son nueve años
tarde, sino que nos conocimos nueve años antes de lo esperado. Al menos así lo
veo yo…
Pero hoy,
no sé si hemos tomado las decisiones más acertadas. Pues hace un par de meses,
en enero para ser más exactos, yo me mentalice que estaba encaprichada y que si
estabas en mi vida era por eso, intente usar un escape, y no me resulto. Ahí
apareciste con la pregunta clave: “¿Estas molesta conmigo?” Y mi respuesta
seria y parca fue “No, no tengo motivos para estar molesta”
Mentirá, si
estaba molesta contigo, contigo por no ser capaz de asumir que habías elegido
mal, que tenías la oportunidad frente a ti y no la tomabas. Y molesta conmigo,
porque te tenía enfrente y no era capaz de exigir te decidieses, o peor no era
capaz de alejarme de ti.
Y hoy es
precisamente esa misma sensación. Estoy demasiado enfadada y dolida contigo,
pues realmente confié en tí, que no arruinarías las cosas de nuevo. Pues sí, no
creo ser yo quien hizo las cosas mal, no soy yo la que se fue, por el contrario
siempre he sido yo la que se queda esperando. Cuando necesitaste de mi apoyo,
te lo brinde, con toda la entereza que pude, olvidando mi orgullo, olvidando mi
amor propio. Cualquier mujer te hubiera dejado con el problema, y yo que hice,
tome tu mano y dije: “adelante, cuentas conmigo”
Lo que vino
después, no quiero pensar que sea tu manera de decirme que no quieres mi apoyo
ni mi compañía, sino tu poco coraje, tu poca capacidad de ponerte los
pantalones y de actuar con valentía.
Pues para mí es eso, que no eres lo suficientemente valiente para estar
junto a mí, y que quizás yo idealice parte de ti…
Quizás sea
ególatra y egoísta lo que diré, pero si yo fui capaz de poner sobre mis hombros
mis problemas y ser un pilar para ti, porque tú no fuiste capaz de tomar tus
problemas, ponerlos en tu espalda y ser el apoyo que durante meses he buscado.
Como dije una de las última veces que tuve contacto contigo, tu vida no es la única que tienes problemas. Bien
sabes cuánto me cuesta a mí seguir luchando, seguir con mi vida, encausarla y
no renunciar a mis sueños.
Ahora, la
pregunta del millón, esa que todos me formulan y que yo misma tengo rondando de
vez en vez en mi cabeza. ¿Qué haría si te vuelvo a ver? No lo sé, me gustaría
poder decir que pasaré de largo y
seguiré mi camino, que no se moverá nada en mí. Pero no sé, eso es algo
a lo cual me enfrentaré en el momento.
Aun cuando
si tengo claro, que me gustaría conservar tu amistad, no una amistad itinerante
o que nos lleve caer en el mismo juego tonto de estar sin estar. Sino una
amistad, donde nos podamos sentar a conversar tranquilamente, con el panorama
claro, sin mezclar las cosas. Porque luego de tantos intentos nefastos, no creo
poder decir nuevamente “bien, veamos qué pasa” a menos que me demostrases que
quieres ser valiente y jugártela.
Por ahora,
y con estas palabras quiero cerrar este capítulo de mi vida, de nuestra
historia, y seguir adelante. Otro camino, otro guión…